
Hay varias palabras escritas en mi piel.
Una de ellas, en el brazo izquierdo, donde laten la intuición y la emoción.
Donde se aloja lo que no sé explicar, pero siento con toda mi fuerza.
En el brazo izquierdo, el que es más torpe, se puede leer la palabra “amateur”.
Amateur, palabra francesa que deriva del latín amator: amante.
No la elegí porque suene bien.
No está ahí por moda y tampoco por diseño.
Está ahí porque la necesito.
Porque a veces, cuando el cansancio me gana y la rutina me hace olvidar todo, ella me mira desde ese brazo y me recuerda por qué hago lo que hago.
Porque amo.
Porque empecé por amor, y quiero seguir amando esto.
Aunque duela, aunque agote, aunque a veces parezca que no tiene sentido.
Sí, en mi brazo dice "amateur" y no significa inexperta o torpe. Significa apasionada.
Significa que hago esto porque lo siento en el cuerpo, con toda mi vida.
Porque me arde en las manos.
Porque lo llevo en la garganta cuando hablo, en los ojos cuando escribo, en la espalda cuando sostengo todo esto que soy.
A veces me olvido.
Me pesa el cuerpo, me duele la rutina, me cuesta respirar lo cotidiano.
Me arden los proyectos, me duelen las ideas, me pesan los sueños y me faltan las ganas.
Entonces, esa palabra me vuelve a hablar.
Me dice que no tengo que saber todo.
Que no tengo que hacerlo perfecto.
Que no vine a complacer, ni a encajar.
Vine a amar lo que hago. A compartirlo. A sostenerlo con todo lo que soy.
Me tatué hace un tiempo la palabra “amateur” para no olvidarme de mí.
Para no olvidarme de esto que me mueve.
Para no traicionar eso que me hace sentir viva, aún cuando cuesta.
Porque este amor, aunque sea torpe, imperfecto, cansado… es lo más real que tengo.
Porque es todo lo que soy.
#amateur
Una de ellas, en el brazo izquierdo, donde laten la intuición y la emoción.
Donde se aloja lo que no sé explicar, pero siento con toda mi fuerza.
En el brazo izquierdo, el que es más torpe, se puede leer la palabra “amateur”.
Amateur, palabra francesa que deriva del latín amator: amante.
No la elegí porque suene bien.
No está ahí por moda y tampoco por diseño.
Está ahí porque la necesito.
Porque a veces, cuando el cansancio me gana y la rutina me hace olvidar todo, ella me mira desde ese brazo y me recuerda por qué hago lo que hago.
Porque amo.
Porque empecé por amor, y quiero seguir amando esto.
Aunque duela, aunque agote, aunque a veces parezca que no tiene sentido.
Sí, en mi brazo dice "amateur" y no significa inexperta o torpe. Significa apasionada.
Significa que hago esto porque lo siento en el cuerpo, con toda mi vida.
Porque me arde en las manos.
Porque lo llevo en la garganta cuando hablo, en los ojos cuando escribo, en la espalda cuando sostengo todo esto que soy.
A veces me olvido.
Me pesa el cuerpo, me duele la rutina, me cuesta respirar lo cotidiano.
Me arden los proyectos, me duelen las ideas, me pesan los sueños y me faltan las ganas.
Entonces, esa palabra me vuelve a hablar.
Me dice que no tengo que saber todo.
Que no tengo que hacerlo perfecto.
Que no vine a complacer, ni a encajar.
Vine a amar lo que hago. A compartirlo. A sostenerlo con todo lo que soy.
Me tatué hace un tiempo la palabra “amateur” para no olvidarme de mí.
Para no olvidarme de esto que me mueve.
Para no traicionar eso que me hace sentir viva, aún cuando cuesta.
Porque este amor, aunque sea torpe, imperfecto, cansado… es lo más real que tengo.
Porque es todo lo que soy.
#amateur